Estado Laico
Correos de Opinión en La Tercera
23 de Diciembre 2013
Señor director:
En la construcción de la sociedad se confunde “laicidad”, propia de
un Estado laico, con “laicismo”. Ambos conceptos no son lo mismo.
La laicidad manifiesta el mutuo respeto y autonomía entre las confesiones y los poderes del Estado.
El laicismo, por el contrario, significa una hostilidad o
indiferencia contra la religión, cualquiera que sea. Así, al hablar de
laicidad en su sentido excluyente y equívoco se expresa una visión no
creyente de la vida en el pensamiento, la ciencia, la ética y la
política, confundiendo a la sociedad y presentándose como el emblema
fundamental de la posmodernidad. Lo anterior no deja indiferente, ya
que el Estado laico respeta la confesionalidad independiente de su
origen.
Pero el Estado laicista no, excluyendo la dimensión creyente de la educación, la familia, el trabajo, la salud, etc.
De tal manera que el derecho a la vida, el matrimonio entre
un hombre y una mujer, la muerte natural y otros aspectos de la
agenda valórica quedan borrados de plano.
En conclusión, se presenta una disyuntiva falsa: ¿aceptar la
realidad o ignorarla? La respuesta no resuelve el problema. Al
contrario, juega entre supuestos presentados como absolutos y
excluyentes.
Pero la vida nos muestra que con la razón y también con la fe el
hombre es capaz de responder al desarrollo de la persona y la sociedad
de manera integral.
Una visión humanista y cristiana permite una sociedad respetuosa de
los derechos humanos y de las libertades fundamentales, donde el Estado
cumple su rol, pero no de manera totalitaria como ocurre en algunos
gobiernos de A. Latina y el mundo.
Fco. Javier Astaburuaga O.
http://diario.latercera.com/2013/12/23/01/contenido/opinion/11-154053-9-estado-laico.shtml
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Respuesta
24 de Diciembre 2013
Señor director:
La RAE es muy clara en su definición de laicismo:
“Doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y
más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o
confesión religiosa”.
Esto deja claro que el laicismo no busca,
bajo ningún punto de vista, atacar a una religión en particular ni a sus
fieles. De hecho, el respeto por la confesionalidad siempre ha estado y
estará, en cuanto es parte de las libertades de conciencia y
pensamiento que se buscan.
Al contrario de la visión absolutista
que pretende difundir Fancisco Javier Astaburuaga, el esfuerzo laicista
está dirigido justamente a la búsqueda de una sociedad pluralista,
donde ninguna doctrina pueda ser impuesta.
Más aun, la acción
laicista ni siquiera está dirigida al clero, sus doctrinas ni sus
representantes, sino hacia los poderes políticos y económicos que son
los que, en rigor, norman la sociedad. Es en esas instancias donde el
acento debe estar, pues cuando la religión, mayoritariamente cristiana
en este lado del planeta, se introduce en estos asuntos es cuando se
falta el respeto a la libertad y la conciencia humana, imponiendo
sesgadas y extemporáneas visiones del rol del hombre en la Tierra,
además de arrogarse la propiedad de ciertos valores.
Como
sociedad, ayer se avanzó en la abolición de la esclavitud, el respeto a
la mujer y otros derechos menospreciados por la Biblia Cristiana. Hoy
es tiempo de continuar ese avance en pos de una sociedad más justa,
respetuosa de la conciencia individual del hombre y su diversidad.
Eduardo Quiroz Salinas
http://www.latercera.com/noticia/opinion/correos-de-los-lectores/2013/12/896-557681-9-estado-laico.shtml
martes, 24 de diciembre de 2013
Estado Laico
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